miércoles, 3 de noviembre de 2010

Pasado

Vemos el pasado como el río que se va, una corriente que se lleva consigo los errores de nuestra juventud, las adicciones a las que sucumbimos o las oportunidades que desaprovechamos. Pero tarde o temprano vuelven flotando a nuestra vida los errores en que caímos y los pecados que cometimos. Si, los errores de nuestro pasado siempre vuelven flotando a nuestra vida, y cuando lo hacen, tenemos que pagar por ellos. Y es que el pasado nunca desaparece por completo, los fantasmas acechan entre las sombras ansiosos por recordarnos las decisiones que tomamos. Pero si echamos la vista atrás quizá encontremos a un viejo amigo que nos tiende su mano, o a una vieja enemiga con intereses ocultos, o a un hijo ya adulto y que sabe perdonar. Por desgracia, algunos nos negamos a mirar atrás sin llegar a entender que al negar el pasado, nos condenamos a repetirlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario