lunes, 30 de agosto de 2010

Hamburguesa vegetariana pero sin carne

Hoy empieza la temporada 2010-2011. ¿Por que? Porque vuelve a abrir La Ontina, ha vuelto la liga, termina la temporada alta de PortAventura, mis padres vuelven de vacaciones, y yo soy mas feliz con la perspectiva de la llegada del otoño y la muerte anual del verano. Pero vamos a lo interesante, el fin de semana.
Como todos sabéis, el fin de semana empieza el viernes por la noche, pues para mi este fin de semana se puede reducir al sábado noche y domingo tarde. El domingo de cafés con unos amigos. Y vamos con el sábado.
Se dice que lo de hacer planes esta sobrevalorado, que lo mejor es no hacerlos, y el sábado corroboré que es verdad. Mi plan para el sábado tarde-noche era: bajar al perro a que hiciera sus necesidades, comprar azúcar, verdura y pan, ver una película y leer. Pues bien, en el mundo existen los demonios y en todos los círculos intimos hay uno. El mio se llama Victoria (que poético). Al salir del hotel la acompañe a la parada del autobús, y una cosa llevo a la otra y acabo acompañandome a comprar, al bajar al perro y nos fuimos a cenar al Giros. Yo me pedí una hamburguesa vegetal, lo cual tuve que corroborar porque el empleado de esta multinacional especialista de productos griegos me pregunto que si de verdad quería comer una hamburguesa vegetal ya que no llevaba carne. Aquí mi cara era un poema. Además nos cobraron mal, ya que entre los dos incluyendo bebida y un pan de pita que no habíamos pedido no llego a los 10€. Después nos fuimos al Ángel Azul a tomar una Coca-Cola, a lo que Vito dijo me apetece un café, así que nos fuimos a San Vicente de Paul a tomarnos un Moka-Saba. Y después un coctel al Pago-Pago. Ella una sandía colada (estaba buena pero un poco dulce y aguada) y yo mi tradicional piña colada (la cual incluso bebo en Interpeñas). Hablando de Interpeñas, a Vito se le ocurrió cual puede ser el uniforme de este año e intentaremos llevarlo a cabo.
En resumen, lo que iba a ser una noche tranquila acabo siendo una noche en la que llegué a casa a las 4 de la madrugada, y en la cual un hombre cruzo corriendo una calle para que no lo atropellara un coche estando el semáforo de los peatones en verde.
Me voy a terminar de hacer la comida, garbanzos con arroz para mi padre y acelga con patata para mi y madre. Hasta otra.

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