Aquí estoy, un domingo por la tarde habiendo cambiado a ultima hora los planes que tenia previstos para hoy por varios motivos, entre ellos un dolor de pies horrible. Para los que les guste las tardes soleadas y de terraza esta esta siendo una muy buena tarde, para mi muy aburrida y que me ha hecho recordarme que me tengo que comprar otras gafas de sol porque o sino me paso todo la primavera y el verano como los chinos, sospechando. Y eso, aquí estoy, una tranquila tarde de domingo en el ordenador escuchando la banda sonora de 'El discurso del Rey' pensando en que puedo contar, pues de ayer solo un par de cosas, tres por no mentir, y cada una de las tres relacionada con una persona. Primera, la novia de la boda de la noche que no comió nada en todo el banquete y que por mas que le ofreciera otras alternativas no tomo bocado, ni siquiera el café. Segunda, una mujer que atormento a dos compañeros mios a los cuales nada mas sentarse en la mesa solo les pedía vino blanco y la cual quito a la novia de su sitio en la presidencia al lado del novio y acabo presentando unas diapositivas cantanto a viva voz 'Chiquitita' (lo que me hace recordar que tendría que haber ido a ver 'Mamma Mia!' por cuarta vez. Tercero, el "dancing king", que se marco unos bailes a lo "ruta del bacalao" al son de la música de Black Eye Peas en los postres. He de decir que los invitados eran muy raros y varios de ellos me llamaban al grito de: "¡Co!".
Y así que nada, esperare que pasen los minutos viendo 'The Amazing Race' antes de que tenga que bajar a la calle al perro. Eso es lo malo de la rutina, que nos alcanza cuando menos deseamos y nos obliga a arrodillarnos ante ella y aceptar sus ordenes diarias. Me gustaría hacer unas cuantas llamadas, pero mi máxima es no molestar, y espero que a mi me molesten.
Hasta luego.
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