Mal

Le puede ocurrir a cualquiera. A una abuela que pasea de noche con su perro, a un ejecutivo que baja al garaje a buscar su coche, a un adolescente que vuelve a casa de cenar con los amigos, a una pareja que toma el sol en la playa, o a un niño en la puerta de su colegio. El mal siempre esta esperándonos a la vuelta de la esquina, y no hay forma de evitarlo, y cuando te lo encuentras y su furia se dirige hacia ti con toda su fuerza y oscuridad debes enfrentarte a él y pensar que lo que perdura en el tiempo y lo realmente importante son los buenos momentos.